UNA ROJA QUE DA PARA ILUSIONARSE

Después de los partidos de esta fecha FIFA en los que Chile derrotó a Albania y cayó ante Francia, los hinchas chilenos quedaron con una percepción distinta a la que se veía en el anterior proceso.

Era un examen de verdad, porque desde que asumió la conducción de la selección chilena el «Tigre» Gareca, todos esperábamos que hubiese un cambio de chip en el sistema de juego y, sobre todo, en la manera en que la selección enfrentaba los partidos.

Y así fue, porque como sabemos, “En el fútbol está todo inventado”, y solo basto que el estratega argentino limpiara el camarín, y convocara a Bravo, Isla, Vargas y Alexis, sobrevivientes de la generación dorada, haciendo una mixtura  con jugadores jóvenes y otros que ya venían participando del proceso, para dar como resultado lo que todos esperábamos.

El resultado fue que Chile, desarrollando un buen juego, derrotó a Albania por tres goles a cero, para luego medirse con el subcampeón mundial Francia, una selección plagada de estrellas y que en el papel era amplio favorito.

Pero «los partidos hay que jugarlos», reza el adagio popular, y si bien es cierto que se perdió por tres goles a dos, se vio algo que hace mucho tiempo no se veía en la selección: mucho toque, vértigo en las llegadas, generación de ocasiones de gol, buenas definiciones y, sobre todo, actitud de no amilanarse por estar jugando con una de las mejores selecciones del mundo.

Sin duda, un resultado adverso, pero por lo exhibido por el combinado nacional, da para ilusionarse, de cara a los partidos de las clasificatorias al Mundial que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá. Y que esperemos esté presente, con un «Tigre en el banco».