
Todo por un Sueño, Camila Castillo Tenimesista Maulina
Su sueño es clasificar a los juegos olímpicos de Tokio del próximo año y nada la detendrá en su objetivo.
Como un tren imparable que sigue una ruta trazada dese la partida, que tiene giros desvíos y puentes pero que no se detendrá hasta llegar a su meta, así es Camila Castillo, desde que tomo una vieja paleta de ping pong a los once años en un recreo de su colegio en Rauco, hasta convertirse en la mujer más destacada de la región.
Su inicio fue promisorio y no ha parado de crecer, seleccionada nacional
desde los doce años, en su primer torneo internacional el año 2000 en Guatemala, obtiene el primer lugar; Sudamericano de Lima el año siguiente, tercero, ya con trece años disputa la final nacional en Viña del Mar el 2003.
Su participación continúa en competencias nacionales y extranjeras logrando reconocimiento a través del Círculo de Periodistas Deportivos por su trayectoria deportiva durante el 2008 y 2009.

Al año siguiente, llegó al Centro de Alto Rendimiento, donde permaneció tres años midiéndose con profesionales y seleccionados, allí mejoró su técnica consolidando su juego ágil y agresivo que la caracteriza, se matricula en educación Física en Santiago, estudios que tuvo que congelar para dedicarse tiempo completo a su pasión.
En un par de días viaja a Alemania, con fondos obtenidos a través del
Gobierno Regional del Maule, donde entrenará tres meses para ganar
experiencia y seguir compitiendo en torneos locales. Con ello mejoraría su
posición en el ranking de la Federación Chilena de Tenis de Mesa que la tiene tercera y lograr su sueño de acceder a un cupo en los juegos olímpicos de Tokio 2020.
Con treinta años, Camila Castillo, entrena junto a un combinado de alumnos universitarios y seleccionados regionales en el gimnasio de la Universidad Autónoma en Talca, su preparación no para, con determinación y coraje juega cada punto, como un tren que no se detiene hasta su meta.