
Historias rojinegras: Los Abatte, padre e hijo con el grito de gol rojinegro
Culminada la era del “vasco” Pedro Areso, en el banco de Rangers salvando la categoría en 1974, de la misma forma, en el año 1972 llegó a Rangers, en mitad de campeonato para salvar una paupérrima campaña terminando en el 16° lugar, en 1973 en la medianía de la tabla en el 11° lugar, y el año final 1974 en el 16° lugar nuevamente, como mal presagio de lo que vendría al pasar la mitad de esa década con un Rangers con más de 20 años de permanencia ininterrumpida en el Futbol Grande de Chile.
Por Carlos Soto Gutiérrez.
En la Historia Rojinegra de hoy recordaremos a un gran goleador, por su estilo, por su garra.
Su compromiso con la casaquilla rojinegra lo puso en un lugar de privilegio y con un tremendo cariño de la hinchada.
Debutó frente a Unión San Felipe en el Valle del Aconcagua el 15 de octubre de 1973, en una tarde para el olvido tras caer por 5 goles a 2. Pero sería el 04 de noviembre de 1973, en el estadio Fiscal de Talca, frente a Naval de Talcahuano, que Abatte marca su primer gol oficial en el futbol chileno, cuando a los ‘9 minutos del segundo tiempo, puso el 2 a 0, partido que el rojinegro ganó con un cómodo 4 a 1.
El año 1973 jugando prácticamente medio campeonato desde su debut Juan Carlos Abatte marcó 4 goles y el máximo artillero de Rangers fue el también recordado Manuel “Mono” Gracia que logro 19 goles y segundo en la tabla de goleadores escoltando a Guillermo Yávar de Unión Española que consiguió 21 conquistas.
El campeonato 1974, “el Conejo” marca 11 goles y el goleador de Rangers fue Juan Toro con 12 goles, en el Torneo 1975 volvió a marcar 11 goles e igual cantidad hizo Miguel Landeros, el año 1976 fatídico para Rangers, Abatte consiguió 8 goles y fue scorer del equipo junto a Carlos Alberto Urrunaga que conquisto 6.
Rangers debió disputar la liguilla del Descenso cayendo estrepitosamente y perder la categoría de Primera División tras 23 años en el Futbol Grande de Chile, es un año difícil de olvidar, pues finalizada la liguilla y en el regreso a Talca en accidente automovilístico fallece Alberto Villar y Juan Carlos Abatte acompañante resulta con heridas de consideración, para finalmente restablecerse y emigra a la usina para defender los colores de Huachipato de Talcahuano.
Fueron 4 temporadas en que el habilidoso “Conejo” Abatte defendió al rojinegro, tenía una particular forma de abrir las defensas rivales con sus inesperados regates, que sorprendían a los más rudos y experimentados defensores, que sucumbían a su destreza que desafiando el equilibrio, siempre encontraba la forma de quedarse con el balón y generar peligro o marcar en el arco rival.
Solía hacerle goles espectaculares a los grandes como Colo Colo por ejemplo, su dupla de defensas centrales Leonel Herrera y Rafael González seguro lo deben recordar, cuando batió al Gringo Nef, en el arco sur del fiscal luego de sortear a los centrales, llegó a la raya de fondo y desafiando la gravedad casi cayendo batió al meta albo, casi sin ángulo.
Pero hablar o recordar a Juan Carlos Abatte, esta intrínsecamente ligado el recuerdo a su padre Julio Cesar Abatte, que exactamente 2 décadas antes, en 1953 el “Rucio” Abatte vino a Rangers nobel provinciano ascendido a la Primera División, en su debut recibía la visita de la Universidad Católica, la de Sergio Livingtone, Rodolfo Almeyda, Jorge Luco, Paco Molina, Horacio Cisternas, Miguel Ángel Montuori y Andrés Prieto entre otros, figuras del fútbol chileno de esa época, el debut fue soñado por 4 goles a 3 se impuso Rangers en ese memorable debut, y el “Rucio” Julio Cesar Abatte marco la cuarta cifra del triunfo. Ese año 1953 en Rangers Julio Abatte marcó 8 goles y al año siguiente en 1954 marco 12 tantos, esta es la historia de dos generaciones, padre e hijo y una sola impronta…El Gol.

JULIO CESAR ABATTE estuvo unos cuantos días en Chile. Hilando recuerdos, renovando amistades, sintiendo de cerca el calor de muchos hogares que conoció como futbolista. Lógicamente, vino a ver al hijo. A Juan Carlos, que Juega en Rangers y que es un delantero fiero como era él. Un encuentro emotivo bajo el alero talquino. Lo malo es que le tocó la racha mala de los rojinegros. (Comentaba Revista Estadio de Noviembre de 1973).