Remueven a Almandoz y lo reemplaza Rivero
Se acabó la era del DT argentino Héctor Almandoz Duro.
La derrota uno a dos ante San Marcos de Arica, fue el corolario del discreto paso por la banca de Rangers.
En su período nunca logró un padrón de juego ni los resultados exigidos por la calidad de sus jugadores para un plantel numeroso, pero descompensado: exceso de laterales derechos, muchos volantes de contención y demasiadas opciones de centro delanteros.
En las últimas cinco fechas, anotó tan sólo 2 goles.
A lo anterior, se sumó su complicidad para afrontar actos de indisciplina en donde estuvieron envueltos Bruno Romo, José Barrera, Matías Campos y Miguel Ángel Orellana.
Para el juego ante San Marcos, mandó a calentar 10 minutos al volante creativo Juan José Albornoz y al final, no lo ocupó.
El referente montó en cólera y lo reclamó ante los micrófonos de gigante deportivo, en clara señal de quiebre absoluto extendido al plantel, en donde a varios pareciera que le dio lo mismo haber perdido el invicto en casa.
RIVERO ES Y SERÁ
Para el receso de mediados de año se escuchó el nombre de Víctor Rivero Fascioli (15/03/´80) otrora arquero de La Calera y San Luis y exitoso DT de San Luis y Everton.
De los ruleteros fue sacado extrañamente cuando aquél equipo estaba en franca lucha por el ascenso.
El 1° de abril pasado fue cesado en sus funciones y se le entregó el equipo a Cristián Uribe, quien lo traspasó posteriormente a Héctor Tapia.
En tanto, con los quillotanos fue campeón del Nacional “B” en donde tuvo como figura al goleador Sergio Comba, con quien se volverá a encontrar en esta nueva etapa de su trayectoria.
A siete meses de la cesantía, la SADP ha confiado en Víctor Rivero, reconocido en el medio como un entrenador estudioso, criado al alero de Emiliano Astorga en La Calera y Palestino S.A.
Reconoce haber aprendido “no sólo de él. Hay que sacar lo mejor de cada persona, pero uno quiere marcar diferencias. Todos tenemos distintas formas. Sería egoísta decir que he aprendido sólo de él”, declaró.
A Rangers llega con un ayudante de campo, pasando Héctor Tapia nuevamente al Fútbol Joven.
La exigencia para el nuevo estratego es ascender o ascender.
