JONATHAN SALVADOR ESPERA CON PACIENCIA

  • Guardián penquista sabe que el puesto de arquero no se puede compartir, por lo cual entrena fuerte para ser considerado algún día en la titularidad de Rangers.

Es sabido que el arquero se encuentra siempre solo.

Su desarrollo depende exclusivamente de su propio esfuerzo y dedicación y el apoyo de un preparador que sepa del oficio.

Distinto es el caso del jugador de campo, ya que reciben oportunidades y más allá de sus rendimientos individuales, su presencia como titular depende –en muchos casos-, de los gustos del técnico o las influencias dirigenciales.

Entrenar en casa no fue fácil durante la pandemia por efectos del Covid-19, comentó el arquero de Rangers, Jonathan Salvador Lara, 28 años, uno de los refuerzos para la presente temporada “sin dudas, una de las dificultades que tuve estos tres meses en casa siempre fue el reducido espacio. Nosotros necesitamos desempeñarnos en el campo de juego. El trabajo específico del arquero es totalmente diferente. Eso me limitó a realizar más la parte aeróbica con bicicleta spinning y fortalecer algunas partes dentro del espacio que uno tiene en la casa. Más en este puesto de arquero en donde uno necesita un terreno de juego más grande para entrenar”, dijo.

Jugó para Deportes Concepción, Fernández Vial, Unión Española, Palestino SA y San Felipe.

A principios de año tuvo “un acuerdo” con Deportes Iquique y cuando parecía que volaba al norte, Rangers le llamó y optó por enrolarse en los piducanos.

Salvador expresa que de esta pandemia, hay que aprender y para cuando se juegue, si es que se juega, ser responsable consigo mismo y el compañero de equipo “obviamente se va a notar una diferencia. Sabemos que los protocolos son bien estrictos. Hay que mantener todos los resguardos para no contagiarse y no contagiar a un compañero. Sabemos que las medidas serán bastantes estrictas y van a marcar una diferencia, siempre y cuando se vuelva a jugar. Esperar que nadie se contagie y mantener todo a regla en lo que conlleva eso”, comentó el portero.

Consciente que el puesto de arquero no se puede compartir en un partido oficial, Jonathan Salvador siente que tiene reales opciones de ser titular, algún día en este plantel “sabemos que un arquero necesita continuidad y se hace jugando. Estoy tranquilo. Con muchas ganas de retomar, volver a estar en el campo de juego y estar con la mejor disposición si el profe´ en algún momento, lo requiere. En el Campeonato se ha reflejado que hemos hecho una gran campaña. Seguir sumando y estar en la parte alta de la tabla”, sostuvo.

En silencio y con admirable profesionalismo, el guardián -que ocupa su tiempo libre en un emprendimiento familiar-, espera con paciencia su oportunidad.

Así son los arqueros.

Perseverantes e inquietos.

Pocos se atreven a entregar su vida y amor al arco.

Jonathan Salvador lo hace.